SER UN SCIENTOLOGIST ENTRENADO

El entrenamiento en Scientology le permite a la persona enfrentarse a la vida y manejarla. El tener la destreza de comunicarse eficazmente, de saber cómo ayudar verdaderamente a los demás y de saber cómo enfrentarse a cualquier cosa que se nos presente en la vida, son atributos, todos ellos, que tienen tantas aplicaciones como situaciones en la vida que necesitan manejarse.

La necesidad de auditores es muy grande, pues está claro que los individuos sólo pueden salvarse de uno en uno. Al contrario de lo que sucede en muchas otras religiones, esta salvación se da finalmente en Scientology como una relación personalizada entre el auditor y el preclear. Muchos scientologists se entrenan para ser auditores, y todo el que desee ayudar a sus semejantes puede hacer lo mismo. Pero no menos importante es el hecho de que cualquiera puede conseguir mayor destreza para manejar la vida de lo que jamás hubiera creído posible. No existe un propósito que valga más la pena que el de ayudar a los semejantes, y no hay mejor manera de lograr dicho propósito que haciéndose auditor. Los auditores aplican lo que han aprendido para ayudar a los demás con auditación y para cambiar las condiciones dondequiera que descubran que sea necesario mejorarlas.

Esta es la misión de un scientologist entrenado, y es en su comprensión, en su compasión y en su destreza que radican los sueños de un mundo mejor.