DAVID MISCAVIGE:

CAMPAÑAS DE MEJORAMIENTO SOCIAL A ESCALA PLANETARIA

Tomando responsabilidad por los males que aquejan a la sociedad y efectuando el cambio mediante los programas patrocinados por la Iglesia.

“No tenemos que decirte lo que está mal. Tú mismo puedes mirar a tu alrededor y ver toda una serie de condiciones, todas ellas signos de decadencia y fuentes de dolor. Sabes que no debería ser así”.—L. Ronald Hubbard

La devastación global y miseria humana que causan el consumo de drogas, el analfabetismo y el declive moral, por no hablar de los desastres naturales y los provocados por el hombre, es algo inconfundible. Estas plagas amenazan con hacer pedazos la estructura misma de la sociedad y en muchas partes del mundo ya han causado daños irreparables.

Lo que falta de forma manifiesta para combatir estos escenarios virtualmente apocalípticos son soluciones eficaces. Con ese fin, a lo largo de décadas de investigación sobre la mente y el espíritu, L. Ronald Hubbard desarrolló métodos para abordar las crisis que amenazan a nuestro mundo.

Para llevar a cabo esas soluciones, la Iglesia patrocina centros permanentes que actúan como “plantas generadoras” y ponen en marcha movimientos a escala global en nombre de la moralidad, la alfabetización, la prevención y rehabilitación de las drogas.

Es más, con el fin de alcanzar el objetivo humanitario mayor de Scientology, el Sr. Miscavige ha puesto a disposición del público en general herramientas multimedia fácilmente asimilables y rápidamente distribuibles para aumentar la conciencia, educar y activar a millones de personas.

Resultado: Los revolucionarios programas de mejora social y humanitarios de la Iglesia de Scientology. Estos programas son completamente únicos, indiscutiblemente a la vanguardia, y lo que es más importante: son eficaces.

Lo que viene a continuación son breves resúmenes y logros de las campañas globales de la religión de Scientology. Cada una es una demostración tangible de lo que se puede hacer cuando un hombre, dedicado a lograr un deseo que el Fundador le encomendó, y con el apoyo total del movimiento religioso que él lidera, tiende la mano a los demás para ayudarlos.